La semana pasada publiqué un artículo donde dí algunos tips para que los coaches puedan crear sitios efectivos. Me sorprendió la acogida que tuvo el tema, y la cantidad de consultas que surgieron. Y como lo que más me consultaron tuvo que ver con contenido, decidí escribir esta semana sobre este tema. ¡Gracias a todos los que me compartieron sus inquietudes por ser mi fuente de inspiración!
Te confieso algo: generar contenido es parte de mi magia. No me dí cuenta de eso hasta hace relativamente poco tiempo. Pero realmente es algo que se da en mí de manera muy natural. Escribir este posteo no me va a llevar más de 20 minutos.
Y sé, porque trabajo con personas puntualmente en desarrollo de contenido, que puede pasar que te quedes un rato largo mirando la pantalla de la compu sin que salga ni una palabra. Y está bien también. Tu magia seguramente se manifestará a través de otros dones.
Para que no pienses que estás solo y que estas cosas te pasan sólo a vos, te cuento los dos bloqueos con los que me encuentro con mayor frecuencia:
Como vivimos en la era de la información y tus clientes van a buscarte online, vas a tener que generar contenido en algún momento de tu ciclo profesional. Y quiero darte algunos consejos para que el proceso te resulte mucho más sencillo. Porque sé que tenés cosas valiosas para compartir.
Y como te digo siempre: el mundo necesita tu talento. Necesita conocerte, que abandones la invisibilidad y empieces a compartir quién sos.
Mi objetivo es que con esta guía puedas comunicarte de manera auténtica, siendo quien de verdad sos, para atraer a tu cliente ideal.
Y para que tus clientes ideales quieran contratarte como su coach, el contenido de tu sitio tiene que entusiasmarlos.
Imaginate la persona que podría ser tu cliente ideal. Armá su arquetipo. ¿Qué le gusta? ¿Qué le da miedo? ¿Qué lo apasiona? ¿Qué lo frustra? Hacete 1000 preguntas y respondelas todas.
Y cuando tengas bien claro quien es tu cliente ideal, imaginá que entra por la puerta. Que se sienta frente a vos en una sesión de coaching y conversan. ¿Cuál es su quiebre, cuál es su problema, qué quiere resolver, qué transformación busca?
Tomate unos minutos para pensar como esta persona. Y tomá nota de todos los temas que surjan. Esos temas tienen que formar parte de tu narrativa.
Sin una meta clara, muy posiblemente tu camino será errático y no llegarás donde querés llegar.
¿Qué querés lograr con lo que escribís? ¿Qué querés que haga quien te lee?
¿Querés que tu cliente ideal desee trabajar contigo? ¿Querés que te contacte? ¿Querés que aprenda algo nuevo? ¿Querés construir reputación?
Es fundamental que tengas claro esto antes de empezar.
Yo escribo como hablo. No uso palabras que no usaría en una conversación real, no uso modismos que no usaría, ni una retórica complicada. Escribo como hablo en el 1 a 1.
Algunas veces, mis clientes se traban al escribir porque están tratando de expresarse de una manera que no es natural para ellos. Más erudita. Y acá viene la clave de todo: es muy difícil tratar de ser alguien que no sos.
Intentá escribir como su estuvieras hablándole a tu cliente ideal cara a cara, como si estuviera sentado enfrente tuyo. No lo pienses mucho, escribilo de corrido. Y luego leelo para hacer ajustes mínimos, sólo para suplantar palabras repetidas, eliminar comas de más, replantear frases que no se entienden.
Escribí con tu voz propia y personal.
Aquí es importante tener la declaración del "no sé" muy a mano.
No tenés que saber todo para escribir. Sólo tenés que saber un poquito más que quien está del otro lado, y ponerte al servicio contándolo.
Compartí lo que sabés. A tu cliente ideal le encantará entender que del otro lado hay alguien que de verdad se interesa y que tiene una sincera intención de ayudar.
Escribir frases cortas con palabras contundentes es un arte. Borges, un gran escritor argentino, tiene ese estilo, bien conciso. No es fácil escribir así, pero es mucho más sencillo si tu estilo es natural que si lo hacés pensando mil veces cada oración.
¿Te acordás de la voz activa? Lo aprendiste en el colegio. Sin ninguna intención de darte una lección de sintaxis, te voy a dar un ejemplo que te va a hacer recordarlo enseguida:
Si digo: "Toda emoción es disparada por un juicio", es voz pasiva. "Los juicios disparan emociones" es voz activa.
La voz activa es más fácil de entender, tanto cuando hablamos como cuando leemos.
Unos de mis grandes aprendizajes de los últimos tiempos fue el concepto de suficiencia. En muchos ámbitos de mi vida no lo tenía incorporado. Por suerte, en lo que tiene que ver con contenido, sí.
¿Cuánto es suficiente? Suficiente es lo que alcanza para explicar lo que hace falta explicar. Y el largo de lo que escribas va a depender en gran medida del objetivo que tengas al comunicar.
Qué necesitás tener en cuenta:
En la generación de contenido, si hablamos de extensión, menos es más.
Impersonal, ¡descartado! Nadie quiere hablar con un robot. Cada día queremos más y más hablar con humanos. Hoy hay botones de interacción que se ponen en algunos sitios que dicen "Quiero hablar con un humano" (y son los que más interacciones generan, por supuesto).
Y entre el "yo" y el "nosotros", mi recomendación es siempre ser honestos. Si trabajás solo, está bien hablar en primera persona del singular, yo. Y si son un equipo, usar la tercera del plural, nosotros.
Recordá que tu sitio es acerca de tu cliente ideal, así que usá mucho "tú", "vos" o "usted" según sea el caso. Y por supuesto el "nosotros" si es inclusivo, si estás incorporando a tu cliente ideal a tu propio contexto personal.
Los humanos dominamos el mundo por nuestra capacidad de contar historias. Las narrativas personales nos atrapan e incrementan nuestra atención.
¿Tenés una historia personal para contar que complete el sentido de tu contenido? Compartila. Y está bien contar tu magia tal como es. Contar tanto éxitos como fracasos, tanto virtudes como vulnerabilidades.
Nada es más poderoso y genera más recordación que una historia bien narrada. Atravete a contar las tuyas, y si lo hacés en la intro de tu contenido para atrapar más a tu lector u oyente, mejor aún.
Nadie escribe una obra de arte de una sola pasada. Tu primer intento es sólo un primer borrador. Repetítelo. "Este primer intento es sólo un borrador".
En esta primera versión, escribí igual que le hablarías a tu coachee si lo tuvieras sentado enfrente tuyo. Sin retórica complicada, con tus palabras de todos los días, sin preocuparte por sonar inteligente ni por tener una gramática impecable.
Y si vas a escribir, dedicale al menos 30 minutos.
Una vez que hayas terminado, dejalo por un rato. Y después volvé a leerlo, y editalo.
En algún lugar leí una vez que el arte de escribir es el arte de re-escribir.
¡Ya no tenés más excusas! Ahora sabés cómo crear un sitio efectivo y, además, tenés los tips básicos para escribir el contenido de ese sitio.
Si querés ir un paso más allá y crear tu propio sitio, con una guía más exhaustiva para escribir cada página, te recomiendo mi workshop "Básicos para Crear una Web y un Blog para un Coach", donde en una hora te guío en un paso a paso detallado, que además incluye varias fichas de trabajo para cada página de contenido y el contenido de tu blog.
Y si te interesa definir tu nicho, crear el arquetipo de tu cliente ideal, generar un mensaje robusto (con ideas fuerza y propuesta de valor incluidos), establecer tu método y tu modelo de negocio y monetizar tu magia, te recomiendo "Monetiza tu Magia", mi programa insignia de 6 semanas que te guía para crear tu negocio con propósito.
Animate a salir al mundo con toda esa magia que tenés. Tus clientes te están esperando.
Tu vida se llenará de sentido y de propósito cuando por fin estés compartiendo tus dones.
* Workshop 'Básicos para Crear una Web y un Blog para un Coach', en promo lanzamiento con 50% OFF hasta el 31/03/2018 (sólo 47 USD).
** Monetiza tu Magia + Bonus de marzo. Incluye el programa completo Monetiza tu Magia con el bonus del Workshop 'Básicos para Crear una Web y un Blog para un Coach' (sólo 197 USD).
Ya es hora de cobrar lo que vale tu talento. 😉