En mi otra vida paralela al coaching, soy experta en marketing digital. Tengo muchos años de experiencia -más que los que me gustan confesar-, porque empecé a trabajar en el mundo online cuando estaba naciendo la Internet comercial.
Después de tanto camino recorrido, tengo claro qué funciona y qué no cuando se trata de diseñar sitios. Y acá te paso algunos consejos de experta para que puedas crear el tuyo. Si los aplicás, tu web no sólo lucirá linda, sino que además funcionará.
¿Qué quiero decir con esto? Que generará resultados. Es decir, que tus clientes potenciales van a entusiasmarse con lo que ven, con las conversaciones que generás allí, con tu mensaje, con lo que comunicás. Y buscarán tener más contacto con vos.
Y la mejor parte es que no necesitás ponerte en esa posición incómoda de vendedor insistente para hacerlo. No hace falta que seas pesado, fastidioso o molesto. No tenés que pedir que te llamen ya.
Las ventas y el marketing pueden ser naturales, pueden hacerte sentir bien si lo hacés desde un lugar de integridad. Pueden ser sólo una conversación, sin exageraciones. Igual que el coaching.
Tu sitio puede ser una herramienta genial para lograr tu objetivo de generar una conexión auténtica con tu cliente ideal. Estamos en una era donde te van a buscar online. Tenés la oportunidad de crear un sitio que valga la pena.
Y no hace falta que contrates diseñadores o programadores que van a cobrarte una fortuna. Podés crear el sitio vos mismo en una tarde, y sin conocimientos previos. Al final de este artículo te explico cómo.
¿Estás listo? Vamos entonces a estos tips para que tu sitio sea efectivo.
No se puede ser todo para todo el mundo todo el tiempo, ni podés hablarle a todo el planeta. Cuando estés creando tu sitio, pensá en tu cliente ideal.
¿Qué edad tiene? ¿Es hombre o mujer? ¿Qué cosas le gustan? ¿Cuáles son sus problemas, sus quiebres, sus dolores? ¿Cuáles son sus anhelos, sus deseos, dónde quiere llegar?
Creá el arquetipo de tu cliente ideal y tenelo siempre a mano para chequear que estás generando conversaciones en tu sitio que serán relevantes para él o ella.
Tu propuesta de valor es una frase corta que sintetiza tu ser oferta y lo que hacés, específicamente para tu cliente ideal. Tus ideas fuerza son frases que sintetizan la necesidad de tu cliente ideal y el resultado que desea obtener.
Es esencial que tengas esto definido antes de escribir el contenido de tu sitio. Y recordá siempre que todo lo que comuniques es sobre él o ella, no sobre vos.
Asegurate de resaltar los beneficios de trabajar juntos y cómo podés acompañarlo en su proceso de transformación. Posicionate como experto y motivá a tus clientes ideales a saber más sobre lo que ofrecés.
Como coaches, conocemos bien el poder de las conversaciones.
Cada página de tu sitio es una conversación, compuesta por algo que contás y un llamador de acción. El llamador de acción es eso que querés que haga tu cliente ideal.
Entonces, cuando escribas tu contenido, hacelo teniendo en mente no sólo lo que querés contar, pensado en base a él o ella, sino también qué querés que haga cuando termine de leer lo que le compartís.
El llamador de acción puede tener la forma de un botón, un campo para suscribirse, una invitación a dejar un comentario, o cualquier otra cosa que implique tu cliente ideal haga algo.
El nombre de dominio es la dirección de tu sitio web o, como decimos quienes estamos en el mundo digital, la URL. Siempre está conformado por una denominación que podés elegir, y unas letras al final que dan una referencia del tipo de sitio que es. Por ejemplo, la URL de mi sitio es gabulopez.com.
Una buena URL es simple, fácil de deletrear y fácil de recordar. Y dependiendo de los objetivos que tengas, puede dar también alguna pista del tipo de servicio que ofrecés.
¡Cuidado! No la hagas complicada porque eso va en contra de la recordación. Y si la gente no la recuerda, les va a costar más encontrarte.
Hay tres formas de crear un nombre de dominio:
Cuando un cliente entra a tu sitio, la primera impresión que tendrá será a través de lo visual. Y basará en gran medida su opinión sobre vos en base a lo que ve.
Por eso las fotos son tan importantes. No uses fotos que no tienen relación con lo que estás contando, ni uses fotos pixeladas o de baja calidad. Incluí fotos tuyas de aspecto profesional. No hace falta que contrates un fotógrafo, podés sacarte una linda foto sobre un fondo neutro, preferentemente con luz natural.
Una foto que muestra tu cara, con una actitud de apertura y el aspecto que esté relacionado con el tipo de servicio que brindás, funcionará perfecto. Evitá fotos oscuras, con fondos extraños, con personas que no tienen que ver con lo que ofrecés. Y esas fotos donde claramente cortaste a alguien que estaba al lado, porque al fin y al cabo es donde de verdad saliste bien, sólo que justo María te estaba abrazando... ¡son un no no!
Tu foto te posiciona. ¿Querés posicionarte como un experto? Lucí como experto en tu foto.
Cuando la gente llega a tu sitio, necesita entender rápidamente de qué se trata. Explicáselo en el título. Necesitás interesar a tu cliente ideal en apenas segundos, y este elemento es una de las mejores formas de hacerlo.
El título te sirve para contar quién sos y qué hacés, para posicionarte como experto y segmentar tu nicho, y también para filtrar a esas personas que no son parte de tu mercado ideal.
Recordá: el título es acerca de tu cliente. Pensalo con él o ella en mente.
Regular algo, darlo gratis, es un incentivo buenísimo para que la gente llegue a tu sitio. Y para que, una vez allí, te dejen sus datos a cambio de bajarse ese contenido o reservar una llamada exploratoria con vos.
Por ejemplo, podrías poner posteos en Facebook, o mandarle un broadcast a tus contactos de Whatssap, invitándolos a entrar a tu sitio para bajar un paper con los "3 pasos para sentirte suficiente". Cuando entran, tendrán que dejarte sus datos a cambio de bajarse ese contenido. Y luego, con esos datos, podrás hacer campañas de email para mantenerlos al tanto de todas tus novedades.
Muchas veces mis clientes me miran raro y me dicen: "¿Para qué emails? Si el email está muerto".
¡Pero por favor, nada que ver! El email está más vivo que nunca. Es hoy la herramienta de marketing digital que mejores resultados genera, más que campañas en Facebook o en Google. Y lo mejor de todo es que no dependés de la plataforma de terceros para generar la relación. ¿Qué pasaría si mañana Facebook cierra? ¿Dónde quedarían todos los contactos que tenés allí? No podés basar todo tu marketing en el algoritmo de un tercero.
Coaching es un servicio muy personal que tiene un valor alto. Una buena forma de construir confianza y fomentar la relación es enviar información periódicamente a tu cliente ideal; contenido que sea relevante y que lo ayude a superar sus problemas y sus quiebres.
Los autorespondedores y los emails de seguimiento funcionan muy bien porque te permiten generar una relación con varias interacciones. Y como cuento en otro de mis artículos de este blog, muy rara vez una venta se concreta luego de sólo una interacción.
Crear secuencias de mails automatizados no es tan sencillo, requiere lógica y organización. Pero son una excelente herramienta para generar confianza y hasta cariño. Y una vez programado, no tenés que hacer más nada. Todo se va construyendo en piloto automático.
Pensemos en esa persona que llega por primera vez a tu sitio y no sabía que existías. No sabe nada de vos, no conoce a nadie que te conozca. No tiene a quién pedirle referencias.
¿Cómo podés contarle quién sos y generar confianza?
Hay distintos elementos que te ayudarán. Algunos de ellos son:
Y no se termina ahí. Una vez que hayas creado tu sitio, testealo. Entrá de nuevo como si fuera tu primera vez, desde de la mirada de tu cliente ideal, y probá que todo funcione. Enviáselo a mínimo 2 ó 3 amigos que puedan ser tus testeadores, idealmente más de 6, y que te cuenten qué encuentran, si les resulta fácil navegarlo, si todo tiene sentido.
Y si te animás a crear un sitio vos mismo, con un aspecto súper profesional, con el contenido correcto y las conversaciones adecuadas, creé un workshop para que puedas hacerlo en una mañana o una tarde*. No hace falta que tengas conocimientos previos.
Lo mejor de crear un sitio vos mismo es que vas a poder ajustarlo y modificarlo tanto como lo necesites, en base al feedback. Porque en mi experiencia, cuando le encargás un sitio a alguien más, no sólo te sale bastante caro tenerlo listo como querés, sino que luego tenés que seguir pagando por los pequeños cambios que van surgiendo.
Y los sitios están vivos, van cambiando, son dinámicos. Siempre hay que ajustarlos. Es prueba y error, como la vida misma.
Si querés ir aún más allá, podés tomar mi programa Monetiza tu Magia, que tiene el curso de creación de sitios web incluido como bonus en el valor** y, además, te dará todas las claves para definir tu nicho, crear tu mensaje perfecto para tu cliente ideal, generar tu método, establecer tu modelo de negocio y empezar a cobrar lo que vale tu trabajo.
Vamos, ¡animate! Con Monetiza tu Magia, en apenas unas semanas, el coaching puede dejar de ser sólo un hobby y empezar a convertirse en tu trabajo con propósito. Y el mundo necesita tu talento, nunca lo olvides.
Ya es hora de cobrar lo que vale tu talento. 😉