Existen dos tipos de motivaciones: internas y externas. Ambas guían tu comportamiento y tienen mecanismos de recompensa. Pero difieren en el tipo de compensación y en las emociones asociadas una vez que se alcanza el objetivo. Y por eso una es más poderosa que la otra, especialmente en cuanto a seguir tu propósito, y también en cuanto a cómo tenés que moverte para lograr lo que te proponés.
Veamos cada una en detalle.
Nacen de incentivos externos. Usualmente tienen que ver con recompensas que nos ofrece nuestro entorno y que pueden satisfacerte no sólo a vos sino a un cierto número de personas.
Algunos ejemplos de motivaciones externas son:
Las motivaciones externas siempre se enfocan en el futuro, nunca en el presente.
Surgen adentro nuestro, nacen de nosotros mismos. Usualmente, no tienen una recompensa asociada, porque la tarea misma es la recompensa.
Cuando estás trabajando en o haciendo algo que surge de una motivación interna, vas a notar que:
Las motivaciones internas siempre se enfocan en el momento actual, nunca en el futuro. Implican vivir el momento con entusiasmo y alegría.
En línea con lo anterior, cuando seteamos objetivos, lo hacemos para planificar y crear una visión de futuro en la que queremos lograr cierto resultado. La clave para crear objetivos es diseñar objetivos que tengan significado, es decir, algo que tenga sentido para vos.
Y cuando hablamos de porqué seteamos objetivos y cómo vamos a lograrlos, las motivaciones externas e internas juegan un rol muy importante.
Los objetivos motivados por el afuera siempre hacen foco en recompensas externas. Suelen no tener mucho significado personal porque se busca una validación externa (aunque en una primera lectura puede parecer que es un objetivo basado en un propósito propio).
Con los objetivos externos va a pasarte que:
Los objetivos basados en motivaciones internas suelen darte mayor claridad con respecto a cómo definir tus metas. Te hacen sentir -como decimos en Argentina- que "estás en tu salsa", que estás en tu elemento. Es algo que fluye. Y fluir te lleva a un lugar de grandes logros.
Cuando creás objetivos basados en motivaciones internas:
Quienes persiguen objetivos internos son más felices y exitosos. Y tiene un efecto multiplicador. Porque cuando te sentís realizado en base a tus necesidades, vas a buscar más objetivos de felicidad, éxito, realización personal y empatía.
Y lo que es mejor. Estar motivado desde adentro te hará tener más éxito en el afuera, porque vas a recibir recompensas de manera natural.
El mundo necesita tu talento. Es tu propósito compartirlo con los demás, siempre acordare de eso.
¿Querés descubrir tu propósito y entender qué te motiva interiormente? Mi programa Monetizá tu Magia es perfecto para eso. Hacé click aquí y conocé todos los formatos disponibles.
Te dejo con una frase de Carl Jung: "Tu visión se hará nítida cuando mires tu corazón. Quien mira hacia afuera, sueña. Quien mira hacia adentro, despierta".
Ya es hora de cobrar lo que vale tu talento. 😉